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Medicina alternativa

LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA GERMINACIÓN

  • Foto del escritor: Mar Mar
    Mar Mar
  • 5 feb 2017
  • 3 Min. de lectura

Hola cañamones!



Bienvenido a la primera entrada de este blog!


En el primer capítulo, como en el inicio que tiene cualquier tipo de planta, empezaré hablando del primer proceso que las plantas sienten y padecen cuando todavía están en el cascarón, por así decirlo. Cuando todavía no conocen mundo y han llegado a tus manos.







Saber si la semilla que tienes es hembra o macho será una conclusión que conocerás a medida que avance su fase de crecimiento, tema que explicaré con más detalle en mis próximas entradas, aun así para evitar sustos y desilusiones os aconsejo acudir a un banco de semillas feminizadas, donde te aseguran que van a crecer hembras y no va a surgir de la nada un macho que las polinice, fastidiándote todo el trabajo de semanas. No os guiéis en comprarlas en cualquier sitio y menos penséis que os aseguren 100% que sean hembras, os aconsejo Medical Seeds, tengo una gran confianza en este banco de semillas.



Vamos al meollo de la cuestión, existen varias formas de empezar con la germinación. Encontraréis en internet infinidad de información, pero desde mi propia experiencia os hablaré de dos tipos de germinación que he probado y he podido comprobar sus resultados.



La primera opción que tenéis es introducir las semillas entre papel de cocina o dos servilletas que las cubran, es importante que estén húmedas. A continuación colocarlas en un lugar donde no haya luz y que a poder ser haya un foco de calor entre 25 y 28 grados y una humedad comprendida entre el 40% y 50%. En un periodo de 24 horas deberíais empezar a observar como se van abriendo camino y se rompe la semilla.


La otra opción que existe y es la que mejor resultados he obtenido es sumerger las semillas en un vaso con 30 ml de agua con el PH regulado, por si no lo sabéis, el PH es el nivel de cal que contiene el agua que tenemos a nuestro abasto con sólo abrir el grifo, es importante que ésta esté equilibrada entre 5,5 y 6,5 (para esto necesitaréis un medidor de PH).


La principal diferencia que he observado utilizando la segunda opción es que la planta absorbe con mayor velocidad los nutrientes del agua, a demás de la visibilidad que se tiene al poder observarlas y de evitar tocarlas lo menos posible, al no tener que levantar en el primer caso el papel o servilleta, y por este motivo, existen más posibilidades de tener una buena siembra y de que germinen tus semillas al 90- 100%.


Destacaros que en el caso contrario de no regular el agua, la semilla saldrá igualmente pero tardará más y es muy posible que a posteriori le cueste absorber los nutrientes que se le echen una vez sembrada en el tiesto.


Ahora sólo tenéis que dejar actuar a la fuerza de la vida y en menos de 24 horas empezar a ver resultados. Si no se abriesen las semillas os aconsejo tener paciencia, no todas las semillas son iguales, por tanto también funciona ir cambiando el agua diariamente y añadirle dos gotas de agua oxigenada para darles un pequeño empujón y que tengan más favorecimiento a abrirse.


Os aconsejo que utilicéis la segunda opción del vaso con agua. He observado bajo mi propia experiencia que la velocidad de germinación se produce antes y se ve con mayor claridad, pero hay que tener cuidado y observarlas dos o tres veces al día y al ver que en una asoma la raíz, sembrarla rápidamente porque si no, se ahogará.


Este es el primer capitulo, esencial para empezar tu propio auto-cultivo, en la siguiente entrada hablaré de los cuidados necesarios que la planta necesitará en sus primeros días de vida.

 
 
 

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